La Semana Santa representa un tiempo de austeridad en el ámbito gastronómico. Según la costumbre, se evitan los platos que llevan carne, cambiándose por otras recetas.

Por este motivo, algunos negocios hosteleros ofrecen en sus cartas opciones que siguen esta tradición, para que los creyentes puedan seguir disfrutando de experiencias gastronómicas variadas fuera de casa. Un ejemplo de ello es el restaurante Casa Ricardo, que ofrece un delicioso potaje de vigilia en Madrid, así como otros platos para paladares exigentes.

Un clásico de Semana Santa

La Cuaresma es un periodo de 40 días que comienza con el miércoles de ceniza y culmina en la Pascua de Semana Santa. Según la tradición cristiana, durante esta época no se puede comer carne los viernes, por lo que se busca sustituir este alimento por otros, como el pescado o las legumbres.

El potaje de vigilia es uno de los platos más solicitados para estas fechas. Se trata de un guiso madrileño que combina bacalao en salazón con garbanzos y espinacas.

A la hora de probar platos típicos de la gastronomía española como este, visitar Casa Ricardo es una gran opción. Este restaurante madrileño abrió sus puertas en el año 1935, en Chamberí, y se caracteriza por su atmósfera cálida y acogedora y su excelente preparación de platos tradicionales. Este negocio destaca por preparar uno de los mejores potajes de vigilia, un plato de cuchara completo, equilibrado y con muchos nutrientes para la dieta de toda la familia.

Qué otras recetas hay para los paladares exigentes

Los turistas o madrileños que buscan dónde comer en la capital del país encuentran en Casa Ricardo una excelente opción gastronómica, con una carta exclusiva de vinos y exquisitos postres caseros. Además, se posiciona como una opción recomendable para la celebración de festividades.

El rabo de toro, unas migas manchegas y los callos a la madrileña son algunas de sus referencias culinarias, junto con el pescado fresco del día. El cochinillo asado, preparado a fuego lento, también es uno de sus puntos fuertes. Entre los postres más apetecibles para paladares exigentes resaltan la manzana reineta asada, las filloas rellenas de crema pastelera y el flan especial de huevo.

Las fiestas de San Isidro también tienen punto de encuentro en esta casa de comidas del barrio Chamberí. Allí brota el aroma de las rosquillas anisadas, de las frituras de gallinejas y entresijo, acompañadas con una cerveza bien fría.

Por último, el restaurante ofrece a sus clientes la oportunidad de regalar una experiencia gastronómica de calidad a sus seres queridos o amistades, mediante diversos bonos regalo. Se encuentran disponibles tres opciones: la Experiencia Madrid Tradicional, la Experiencia Cocido Madrileño y la Experiencia Casquería Tradicional. Cada regalo es para 2 comensales e incluye un aperitivo de la casa, un menú de cocina escogido, un postre y diversas alternativas de bebidas.