Y todo ello por una razón muy concreta: retener a los clientes y hacer que se sientan importantes.

¿Por qué hacer un regalo de Navidad a los clientes?
Si se conoce un poco las técnicas de imbound marketing, hay que lanzarse a diseñar estrategias de comunicación interesantes para atraer a los clientes hacia la empresa, y esto no es nada fácil.

Esto se debe a que los clientes actuales son cada vez más cuidadosos con lo que compran y con la marca que eligen, y la competencia es cada vez mayor.

Una forma bastante fiable de fidelizar a los clientes es hacerles regalos que les sorprendan y les hagan sentirse vinculados a una empresa.

Por supuesto, hacer regalos de empresa Navidad a los clientes no significa gastar mucho dinero. Es muy posible poder conseguir un presupuesto ajustado a las posibilidades y que se honre al cliente con algo satisfactorio y, sobre todo, inesperado. Y este es el aspecto más importante.

Aunque se está convirtiendo en una práctica habitual, muchas empresas y pequeños negocios siguen siendo reacios a hacer regalos en Navidad, y algunos de ellos optan por las tradicionales cestas de Navidad como regalo.

Hay que recordar que hacer un regalo a un cliente importante nunca es una pérdida de dinero ni de tiempo, porque pronto se convertirá en un retorno de la inversión y de la imagen.

En resumen, se puede suponer que hacer regalos de Navidad a los clientes es una verdadera estrategia comercial.

¿Cómo elegir los regalos de empresa?
Elegir regalos corporativos para los clientes no es tan complicado. Por supuesto, los clientes pueden ser muchos y diferentes, pero se puede intentar comprender los gustos a partir del comportamiento de compra.

Cuando se trata de estrategias de venta, cada empresa ha desarrollado la capacidad de estudiar el comportamiento de compra de los clientes.

Gadgets de Navidad: las categorías
Los regalos de empresa pueden agruparse en 3 categorías, según el tipo de cliente, en las que se clasificarán los distintos grupos de consumidores en función de sus características de compra.

1. Artilugios promocionales
Los gadgets promocionales son todos aquellos pequeños regalos que se entregan para acercar a los clientes a la marca de la empresa.

Suelen dirigirse a los consumidores menos fieles, los que consumen ocasionalmente y necesitan acercarse a la imagen de la empresa.

Sería demasiado arriesgado recompensar a este tipo de clientes con un gran regalo, porque no hay garantía de retorno del 100%.

Por otro lado, sería un error no atender en absoluto a este tipo de clientela, porque el día de mañana algunos de ellos podrían convertirse en uno de los mejores clientes. Hacerles un regalo puede acercarles y convencerles de la elección.

Los gadgets promocionales son pequeños regalos de marca, pero también pueden ser productos de empresa de valor modesto.
Los regalos que no proceden directamente de la empresa también se pueden marcar con el logo de la empresa, encargándolo a empresas especializadas.

2. Regalos y gadgets personalizados
Aquí se empieza a ir hacia clientes ya fidelizados, acostumbrados a comprar determinados tipos de productos (o servicios), de valor variable.

Para hacer estos regalos se tienen que haber estudiado bien los gustos y hábitos de los consumidores. De hecho, este tipo de regalos de empresa en Navidad para los clientes está estrechamente relacionado con el gusto y la personalidad del destinatario y las decisiones que toman en esta época del año.

Este tipo de regalos pueden entrar fácilmente en el presupuesto, pero comunican un mayor cuidado por el cliente y es una atención especial para entender sus preferencias.

4. Regalos de lujo
Los regalos de lujo sólo se dan a aquellos clientes que son realmente importantes para la empresa. Los consumidores más fieles, para quienes la marca representa una identidad.

A este tipo de clientes hay que cuidarlos y mimarlos más que a los clientes normales. En estos casos se hay que prestar mucha atención a lo pueda satisfacerlos: si es necesario se tendrá que buscar el regalo fuera de la producción de la empresa, y gastar un poco más.

Hay que recordar que un regalo de Navidad para los clientes, como éste, tiene un valor añadido a la imagen que se tenga de la empresa, y sólo asegurará un retorno positivo.

Los clientes fieles se sentirán comprendidos, mimados y les resultará muy difícil elegir otra marca para comprar productos y servicios.

Utiliza la creatividad y trabaja la emoción
Por supuesto, la sorpresa inesperada, la atención, la elección del regalo adecuado ya dejan grandes emociones; sin embargo, muy a menudo la experiencia que se tiene durante la entrega del regalo puede ser más duradera que la satisfacción por el regalo.

Se tienden a recordar las situaciones durante más tiempo cuando están ligadas a emociones, cómo se siente en un contexto determinado, las emociones que se pueden experimentar.

La comunicación de las empresas se orienta cada vez más hacia las emociones y los sentimientos, y los propios clientes eligen sus productos en función de las experiencias que puedan derivar de la compra.

Es necesario que la entrega de regalos o de las cestas de Navidad se convierta en una estrategia de comunicación que refuerce la imagen corporativa y la marca y que permanezca en el corazón y la mente de los clientes durante mucho tiempo.